sábado, 6 de septiembre de 2008

JAF in doors

"Quiero que la gente me conozca como me conoce hoy; no hay fuerza que logre hacer que yo varíe de tesitura, de expresión".

Juan Alberto Ferreira, “JAF”, sabe muy bien lo que está haciendo y de qué manera seguir el camino que eligió. Ansioso por expandir su música hacia nuevos horizontes, se muestra tal cual es, y basta con pisar el escenario de Abbey Road (donde se siente tan cómodo) para contagiar a dos generaciones por igual. Entre canción y canción cuenta alguna anécdota, ya sea de su infancia o de un par de semanas atrás.

Su personalidad -bohemia por cierto- hace que uno lo escuche con incentivo, y que sus palabras no sean unos minutos de trabajo, sino una enseñanza de vida de alguien que no cambia su postura para agradar.

Suelta de manera exagerada y sensual ¨Es tarde a la noche...¨, hace una pausa, mira al público y ya tiene absolutamente a toda la troupe femenina delirando, y algún que otro masculino, se quiebra y mira a su pareja triunfal, como si él estuviese cantando, sin lograr que ésta saque sus ojos del escenario.

JAF se muestra tal cual es, arriba, como uno de los mejores guitarristas de nuestra historia; abajo, como uno más.

¿Queda algo en vos de la ¨Máquina infernal¨?
- Hoy tengo 50 años, la formé a los 11 años y duró 4... Era una bandita de chicos muy pequeños... Recuerdo que no teníamos bajista, éramos dos: Gustavo Andino en batería y yo en guitarra. Cuando lo conseguimos, empezamos a tocar en los cumpleaños y donde podíamos. Una vez falló un grupo en una fiesta de carnavales, donde vivía y me dijeron: ‘sabemos que tenés una bandita, vení y toca’. ¡Nos pagaron con el sándwich y la gaseosa!, pero fue un gran logro, porque había conseguido mi primer laburo. A partir de ahí no deje nunca de tocar.

¿De la época de Riff, hay algo que añores?
- Con Riff estuve 10 meses, van a hacer 30 años ya, y fue una inclusión en una banda muy fuerte, la número uno de rock and roll. Si bien cuando entré cantaba Pappo, hubo un tema, ¨Elena X¨, que fue la primera balada de Riff, ¡y era un tema mío! La pasaban todo el tiempo en la radio, era Riff pero no era Riff, porque siempre había cantado Pappo. Eso hizo que la gente me conozca inmediatamente.

¿Cómo era tu relación con Pappo?
- La relación era muy difícil de sostener, por eso estuve 10 meses. Tenía muchas ganas de tocar la guitarra y quería (y quiero) ser reconocido como un guitarrista que toca bien, con sentimientos. En la banda no podía tocar, no había espacio para mí. Siempre había mucho quilombo, destrozos, corridas, gases lacrimógenos, y eso no va con mi persona. Y esa decisión fue muy importante, yo ganaba mucho y estaba en un lugar importante. Por eso y otros motivos más, decidí abandonar Riff.

En el ´97 sacaste tu séptimo disco, ¨Nº7¨, el primero de forma independiente. ¿Cuál es la diferencia tanto cultural como económica que se encuentra?
- Como las cosas las pago yo, hago lo que quiero; desde el punto de vista artístico. Eso da como resultado una expresión fidedigna frente a mi público. Económicamente es desastroso, es muy difícil ser autónomo en cualquier rubro, pero algo bien debo estar haciendo, porque se cumplen 13 de mi carrera solista... No bajo de los 170 shows al año, la gente le copa lo que hago en vivo y observan una línea recta en mi comportamiento a nivel artístico y social. Eso a través de los años da como resultado confianza. A veces viene un padre y me trae a su hijo de 12…¡que me escucha desde bebé!; eso es muy fuerte.

En enero, tocaste todos los martes acá, ¿qué es lo que te atrae de la ciudad?
- Me gusta Mar del Plata. Cuando era chico, venir acá era como ir al paraíso. Hoy ya no lo es. Hay muchas situaciones sociales que son de terror, en todo el país, ojalá que cambie todo rápidamente. Siempre venía con mis viejos, jugaba con unas pelotas ‘pulpo’ (rayadas y de goma dura), me compraban algún autito para jugar en la calle y caminábamos por ‘la Rambla’ mirando el mar. A mis 20 vine a trabajar con un amigo, formamos ¨Puntual¨, y a partir de ahí van 30 años que vengo sin interrupción.

¿Hay alguna ciudad en la que no te guste tocar?
- No. Me gusta tocar, ¿dónde?, no importa. Tiene que haber algo de gente para que yo pueda captar la atención, y que haga un silencio para a ver qué hago. Ésa es mi oportunidad, y tengo que hacer algo que a la gente le comience a gustar, que la atrape y llevarlo durante una hora hasta despedirme, y que así se vuelva loca, y pida más. Eso tengo que lograrlo yo, ¡y qué difícil es!

¿Sentís que en algún momento “se quemó” la tan afamada canción, ¨Maravillosa esta noche¨?
- La verdad que nunca hice... (piensa unos segundos) un estudio del tema... Es una canción que grabé en los `90 y las emisoras lo pasaron, lo pasan y ¡lo siguen pasando! ¿Cómo puede ser? Sucede porque es un estilo tan especial que no fue superado. Le gusta mucho a las chicas.

¿Es verdad que coleccionas autos?
- No, he tenido un montón de autos y me gustan mucho, pero ahora me queda sólo una cupé Chevrolet del `47; la tengo hace 20 años.

¿Qué sentís cuando tocás con tu hija?
- Imaginate, tiene 13 años y la primera vez que subió tenía 8. Ella es una niña, pero lo que la hace diferente es que yo me veo en sus ojos, en su piel, me escucho en su voz, es una prolongación de mi espíritu, de mi carne, mi alma y mi energía... Aunque a la vez, es totalmente independiente de mí. Se siente mucho placer cuando un papá puede hacer con su hija una cuenta de matemática, cocinar, y cuando la relación es pública aumenta muchísimo más el sentimiento. Deseo que le vaya bien, pero siempre pasa lo mismo: no puedo estar bien si está mal. Los chicos de hoy la están pasando mal, no se dan cuenta, no porque son burros, sino porque son pibes. Los encargados de darle alimento orgánico, psicológico y espiritual somos nosotros, y no cuidamos a los menores. Por eso, tenemos generaciones cada vez más taradas; si riego la planta crece fuerte. El chico se debe poner feroz, y cuando esto pasa hay que darle tecnología y conocimiento, así tocará su propio techo. Eso es para toda la comunidad, el día de mañana ellos son los que van a mantener el país. El norteamericano piensa de esa manera, yo también.

¿Hay alguna meta por cumplir?
Sí, por supuesto. La primera es mostrar lo más rápido posible en toda Argentina mi música, pero es muy difícil... ¡Tendría que hacer un gira de por lo menos 100 shows con mi banda!, hay muchos que no la conocen.

Por otro lado, quiero incursionar en el mercado español. También voy a ir a México. Creo que estoy fuerte en este momento, mi banda esta sonando muy linda, y voy a ir a ver que pasa. A veces uno va con la semilla y, ésta, no cuaja. Igualmente, mi camino es continuar haciendo lo que yo hago acá.


N.d.R.: Antes de dar por terminado el espectáculo, JAF avisó que iría a cambiarse de camisa, y que los esperaba a todos en su camarín para tomar fotos, firmar autógrafos, conocerse y demostrar que él es como cualquiera, que tiene cinco dedos y que el hecho de estar arriba de un escenario no lo diferencia de nadie, dejando claramente que, en verdad, no es como todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MUUUY BUENA LA NOTA!! SE NOTA QUE HAY GANAS PARA HACER LAS COSAS!

Y JAF... ES UN GRAN ARTISTA Y POR LO QUE PARECE TAMBIÉN UNA GRAN PERSONA, LEJOS(LEJÍSIMO) DEL TIPICO ROCKSTAR STANDARD Y LEJOS TAMBIEN DE TODO ESTEREOTIPO... UN GRANDE CON TODAS LAS LETRAS!

SALUDOS!!